En Barcelona y Valencia, se están implementando medidas para reducir los aparcamientos públicos y promover una movilidad más sostenible.
En Barcelona, el Ayuntamiento ha adoptado varias iniciativas para reducir el número de plazas de aparcamiento en la ciudad. Se han eliminado plazas en la superficie para crear más espacio para peatones y ciclistas, y se ha fomentado el uso del transporte público. Estas acciones forman parte de una estrategia más amplia para mejorar la calidad del aire y reducir el tráfico en el centro de la ciudad (Barcelona Urban Management) .
En Valencia, también se están tomando medidas similares. La ciudad, que ha sido nombrada Capital Verde Europea 2024, está enfocada en reducir el uso de vehículos privados en el centro histórico mediante restricciones de tráfico y la promoción de zonas de bajas emisiones. Además, se han aumentado las áreas peatonales y ciclovías, y se han implementado sistemas de aparcamiento regulado para desalentar el uso de coches en zonas congestionadas (Visit Valencia) .
Estas medidas reflejan un cambio hacia ciudades más sostenibles, mejorando la calidad de vida de los residentes y reduciendo la huella de carbono.